Cómo el cuerpo obtiene los nutrientes de los alimentos
Las
proteínas: Le proporcionan al cuerpo
los aminoácidos, es decir, las unidades estructurales que ayudan a las células
del cuerpo a realizar todas sus actividades diarias. Las proteínas ayudan al
cuerpo a producir nuevas células, a reparar las células viejas, a crear
hormonas y enzimas, y a mantener saludable tu sistema inmunitario. Si no tienes
suficientes proteínas, a tu cuerpo le lleva más tiempo recuperarse de las
enfermedades y también es más probable que te enfermes.
Los
carbohidratos: Te dan energía
rápida, entran velozmente en la sangre en forma de glucosa (glucemia), que tu
cuerpo utiliza como combustible primero, antes de convertir los sobrantes en
grasa.
Las frutas, las verduras,
el pan, las pastas, los granos, los productos de cereal, las galletas de sal,
los frijoles secos, las arvejas y las lentejas son buenas fuentes de
carbohidratos. Muchos de estos alimentos también son buenas fuentes de fibra,
sustancia que el sistema digestivo necesita para mantenerse saludable.
El azúcar (blanco y
moreno), la miel y la melaza también son carbohidratos. Sin embargo, estos
tipos de carbohidratos tienen muchas calorías y no ofrecen otros beneficios
(como vitaminas y minerales). Los granos integrales, las frutas y las verduras
son fuentes más saludables de carbohidratos que los granos y azúcares
refinados.
Las
grasas: Le proporcionan a tu
cuerpo los ácidos grasos que necesita para crecer y producir nuevas células y
hormonas. La grasa también ayuda a algunas vitaminas a moverse por el cuerpo.
Las vitaminas A, D, E y K son vitaminas solubles en grasa, lo que significa que
es necesario tener un poco de grasa para absorberlas. También se almacenan en
los tejidos grasos del cuerpo y el hígado. La grasa también ayuda a proteger a
los órganos contra los traumatismos. Tu cuerpo almacena el exceso de calorías
en forma de grasa, que se guarda como energía de reserva.
Las grasas te brindan
calorías más concentradas que los carbohidratos o las proteínas. En otras
palabras, una cucharadita de grasa tiene más calorías que una de carbohidratos
o una de proteínas.
vitaminas
y minerales: Las vitaminas mantienen los
huesos fuertes, la visión nítida y aguda, y la piel, las uñas y el cabello
sanos y brillantes. Las vitaminas también ayudan al cuerpo a utilizar la energía
de los alimentos que ingieres. Los minerales son elementos químicos que ayudan
a regular los procesos del cuerpo. El potasio, por ejemplo, ayuda a los nervios
y los músculos a funcionar. El calcio ayuda a los dientes y los huesos a
mantenerse fuertes. El hierro transporta el oxígeno hacia las células.
Si sigues una dieta
balanceada que tiene suficientes calorías y proteínas, probablemente te aporte
suficientes vitaminas y minerales. Sin embargo, si estás recibiendo un
tratamiento del cáncer de mama, esto puede constituir un problema. Además,
ciertos tratamientos pueden socavar las reservas de algunos minerales o
vitaminas que tiene el cuerpo.
También es importante
recordar que existe una gran diferencia entre obtener los nutrientes a través
de los alimentos y obtenerlos mediante suplementos (vitaminas, minerales, y
hierbas y plantas medicinales). Las vitaminas y los minerales trabajan juntos
en el cuerpo de formas muy complejas, influyen mutuamente en su absorción y
procesamiento e inciden en la forma en que funciona el cuerpo. Cuando obtienes
vitaminas y minerales a través del consumo de alimentos, generalmente es más
fácil para el cuerpo mantener el equilibrio de estos nutrientes. Cuando tomas
un suplemento, como un comprimido de vitamina C o E, obtienes una dosis muy
concentrada que probablemente nunca obtendrías de los alimentos. Si bien
algunos suplementos pueden ser beneficiosos, otros pueden reducir la eficacia
de ciertos tratamientos del cáncer de mama.
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